Asoc. Civil Alcemtrar
“María,
Madre de la Divina Misericordia”
Año
31 / “Caminar en la Luz” 1Jn.1,7
Barinas
/ Venezuela
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+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Señor, Tú que dijiste: “Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy en medio de ellos” (Mt.18,20)
Míranos aquí reunidos en oración, para reparar, acompañar
y consolar a tu Sacratísimo Corazón y al Inmaculado Corazón de María, por todas
las ingratitudes y faltas de amor; por las ofensas y pecados recibidos de
nosotros y de todo el mundo.
(1916)
Oh Dios mío, Yo creo y espero,
Te adoro y te amo.
Te pido perdón
Por los que no creen, ni esperan,
Ni te adoran ni te amán.
Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y
Espíritu Santo.
Te adoro
profundamente, y te ofrezco
El preciosísimo
Cuerpo, Sangre,
Alma y Divinidad de
Jesucristo,
Presente en todos los
Sagrarios de la tierra,
En reparación de los
ultrajes,
Sacrilegios e
indiferencias
Con que El mismo es
ofendido;
Y por los méritos
infinitos de su Santísimo Corazón
Y del Corazón
Inmaculado de María,
Te pido la conversión
de los pecadores,
Y la paz para el
mundo entero.
Misterios del Santo
Rosario que vamos a meditar son Dolorosos
1er MISTERIO
Doloroso:
La Agonía del Señor
en Getsemaní (Lucas 22,44)
Y lleno de angustias oraba con más instancia. Y sudó como
gruesas gotas de sangre, que corrían hasta la tierra.
Cantando: Contempla, alma mía a tu Dios y Señor,
sumido en angustia, haciendo oración, Ave, ave…
Santísima Madre, venimos ante Ti teniendo compasión de tu
inmaculado corazón cercado de espinas, para reparar el sacrilegio de las
Blasfemias contra tu Inmaculada Concepción.
Jesús Misericordioso, te pedimos perdón por las almas que
ofenden con el sacrilegio de las Blasfemias la Inmaculada Concepción de Tu
Santísima Madre, ayúdanos a mantenernos, a mantener nuestra fe, en oración y
reparación constante para así lograr implorar tu infinita Misericordia hacia
esas almas y se conviertan, e intensificar nuestro amor y disponibilidad a
servir y trabajar arduamente por el triunfo del Corazón Inmaculado de María.
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu
Nombre, venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el
cielo.
Danos hoy nuestro pan
de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los
que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
-Rezamos 10 Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el
principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
¡Oh, Jesús mío!: perdona nuestros pecados, líbranos del
fuego del infierno.
Y lleva al cielo a
todas las almas, especialmente a las más
necesitadas de tu Misericordia.
2do MISTERIO
Doloroso:
La Flagelación (Juan 19,1)
Entonces Pilatos ordenó que tomaran a Jesús y lo azotaran
Cantando: Desgarran sus carnes, azotes sin fin: mis
culpas merecen castigo tan ruin, Ave, ave…
Santísima Madre, venimos ante Ti teniendo compasión de tu
inmaculado corazón cercado de espinas, para reparar las ofensas y blasfemias
contra Tu Virginidad.
Jesús Misericordioso, te pedimos perdón por las almas que
ofenden la Virginidad de Tu Santísima Madre, ayúdanos a mantenernos en la fe,
en oración y reparación constante para así implorar tu infinita Misericordia
hacia esas almas y se conviertan, e intensificar nuestro amor y disponibilidad
a servir y trabajar arduamente por el triunfo del Corazón Inmaculado de María.
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu
Nombre, venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el
cielo.
Danos hoy nuestro pan
de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los
que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
-Rezamos 10 Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el
principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
¡Oh, Jesús mío!: perdona nuestros pecados, líbranos del
fuego del infierno.
Y lleva al cielo a
todas las almas, especialmente a las más
necesitadas de tu Misericordia.
3er MISTERIO
Doloroso:
La Coronación de
Espinas (Mateo 27, 28-29)
Y despojándole de sus vestiduras le echaron encima un
manto de púrpura y tejiendo una corona de espigas, se la pusieron sobre la
cabeza y en la mano una caña.
Cantando: Corona de espinas taladra su sien, mas mi
alma lo aclama por Dios y por Rey. Ave, ave…
Santísima Madre, venimos ante Ti teniendo compasión de tu
inmaculado corazón cercado de espinas, para reparar el sacrilegio de la
blasfemia de algunas almas, contra Tu Maternidad Divina, y el rechazo de
recibirte como Madre.
Jesús Misericordioso te pedimos perdón por las almas que
ofenden, la Maternidad Divina de Tu Santísima Madre, así como el rechazo de
recibirla como su Madre, ayúdanos a mantenernos en la fe, oración y reparación
constante, para así implorar tu infinita Misericordia hacia esas almas y se
conviertan, e intensificar nuestro amor y disponibilidad a servir y trabajar
arduamente por el triunfo del Corazón Inmaculado de María.
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu
Nombre, venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el
cielo.
Danos hoy nuestro pan
de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los
que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
-Rezamos 10 Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es
contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu
vientre, Jesús.
Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el
principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
¡Oh, Jesús mío!: perdona nuestros pecados, líbranos del
fuego del infierno.
Y lleva al cielo a
todas las almas, especialmente a las más
necesitadas de tu Misericordia.
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4to MISTERIO
Doloroso:
Jesús Carga la Cruz (Juan 19,17)
Llevando su cruz salió al sitio llamado Calvario, que en
hebreo se dice Gólgota
Cantando: Un duro madero soporta mi bien: mis culpas
cargaron un peso tan cruel. Ave, ave…
Santísima Madre, venimos ante Ti teniendo compasión de tu
inmaculado corazón cercado de espinas, para reparar las ofensas y blasfemias de
las almas que procuran públicamente infundir en los corazones de los niños, la
indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia Ti, Madre Inmaculada.
Jesús Misericordioso te pedimos perdón por las almas que
ofenden a Tu Santísima Madre procurando públicamente infundir en los corazones
de los niños, la indiferencia, el desprecio y hasta el odio hacia Tu Madre
Inmaculada, ayúdanos a mantenernos en la fe, oración y reparación constante,
para así implorar tu infinita Misericordia hacia esas almas y se conviertan, e
intensificar nuestro amor y disponibilidad a servir y trabajar arduamente por
el triunfo del Corazón Inmaculado de María.
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu
Nombre, venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el
cielo.
Danos hoy nuestro pan
de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los
que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
-Rezamos 10 Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es
contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu
vientre, Jesús.
Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el
principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
¡Oh, Jesús mío!: perdona nuestros pecados, líbranos del
fuego del infierno.
Y lleva al cielo a
todas las almas, especialmente a las más
necesitadas de tu Misericordia.
5to MISTERIO
Doloroso:
La Crucifixión (Lucas 23, 46)
Y Jesús, dando una gran voz dijo: “Padre en tus manos
entrego mi espíritu, diciendo esto expiró.
Cantando: Con dura congoja, clavado en la Cruz,
Salvándonos muere mi dulce Jesús. Ave, ave…
Santísima Madre, venimos ante Ti teniendo compasión de tu
inmaculado corazón cercado de espinas, para reparar las ofensas y blasfemias de
los que ultrajan Tus sagradas imágenes.
Jesús Misericordioso te pedimos perdón por las almas que
ofenden a Tu Santísima Madre ultrajando sus sagradas imágenes.
Ayúdanos a mantenernos en la fe, oración y reparación
constante, para así implorar tu infinita Misericordia hacia esas almas y se
conviertan, e intensificar nuestro amor y disponibilidad a servir y trabajar
arduamente por el triunfo del Corazón Inmaculado de María.
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu
Nombre, venga a nosotros tu Reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el
cielo.
Danos hoy nuestro pan
de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los
que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
-Rezamos 10 Ave María
Dios te salve, María, llena eres de gracia, el Señor es
contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu
vientre, Jesús.
Santa María, Madre de
Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo.
Como era en el
principio ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
¡Oh, Jesús mío!: perdona nuestros pecados, líbranos del
fuego del infierno.
Y lleva al cielo a
todas las almas, especialmente a las más
necesitadas de tu Misericordia.
Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia, vida,
dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve. A ti llamamos los desterrados hijos
de Eva; a ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea,
pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos,
y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Ruega por nosotros santa madre
de Dios para que seamos dignos de alcanzar las promesas de nuestro señor
Jesucristo.
Acto de consagración al Inmaculado Corazón de María
(Papa Juan Pablo II 25/Marzo/1984)
“Oh Madre de los hombres y de los pueblos, tú que conoces todos su sufrimientos y esperanzas, tú que sientes maternalmente todas sus luchas entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas que invaden el mundo contemporáneo, acoge nuestro grito que, movidos por el Espíritu Santo, elevamos directamente a tu corazón; abrasa con amor de Madre y de Sierva del Señor este mundo humano nuestro, que te confiamos y consagramos, llenos de inquietud por la suerte terrena y eterna de los hombres y de los pueblos.
¡Nos acogemos a tu protección, Santa Madre de Dios! ¡No
deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades!
He aquí que, encontrándonos hoy ante ti, Madre de Cristo,
ante tu Corazón Inmaculado, deseamos, junto con toda la iglesia, unirnos mediante
la consagración que por amor nuestro, a tu Hijo hizo de sí mismo al Padre
cuando dijo: “Yo por ellos me santifico, para que ellos sean santificados en
verdad” (Jn.17,19). Queremos unirnos a
nuestro Redentor en esta consagración por el mundo y por los hombres, la cual,
en su Corazón Divino, tiene el poder de conseguir el perdón y de procurar la
reparación.
El poder de esta consagración dura por siempre, abarca a
todos los hombres, pueblos y naciones, y supera todo el mal que el espíritu de
las tinieblas es capaz de sembrar en el corazón del hombre y en su historia; y
que, de hecho ha sembrado en nuestro tiempo.
¡Oh cuán profundamente sentimos la necesidad de
consagración para la humanidad y para el mundo: por nuestro mundo
contemporáneo, en unión con Cristo mismo! En efecto la oba redentora de Cristo
debe ser participada por el mundo a través de la Iglesia.
Te saludamos a ti, que estás totalmente unida a la
consagración redentora de tu Hijo, Madre de la Iglesia: ilumina al pueblo de
Dios en los caminos de la fe, de la esperanza y de la caridad. Ayúdanos a vivir en el verdad de la
consagración de Cristo por toda la familia humana del mundo actual.
Al encomendarte, oh Madre, el mundo, todos los hombres y
pueblos, te confiamos también la misma consagración del mundo, poniéndola en tu
corazón maternal.
¡Corazón Inmaculado! Ayúdanos a vencer la amenaza del
mal, que tan fácilmente se arraiga en los corazones de los hombres de hoy y que
con sus efectos inconmensurables pesa ya sobre nuestra época y da la impresión de cerrar el camino hacia
el futuro.
¡Del Hambre y de la guerra, líbranos!
¡De la guerra nuclear, de una autodestrucción incalculable
y de todo tipo de guerra, líbranos!
De los pecados contra la vida del hombre desde su primer
instante, líbranos!
¡Del odio y del envilecimiento de la dignidad de los
hijos de Dios, líbranos!
¡De toda clase de injusticias en la via social, nacional
e internacional, líbranos!
¡De la facilidad de pisotear los mandamientos de Dios, líbranos!
¡De la tentativa de ofuscar en los en los corazones
humanos, la verdad misma de Dios, líbranos!
¡Del extravío de la conciencia del bien y del mal, líbranos!
¡De los pecados contra el Espíritu Santo, líbranos!
Acoge, oh Madre de Cristo, este grito lleno del sufrimiento
de todos los hombres. Lleno del
sufrimiento de sociedades enteras.
Ayúdanos con el poder del Espíritu Santo a vencer todo
pecado, el pecado del hombre y el “pecado del mundo”, el pecado de todo tipo.
Se manifieste, una vez más en la historia del mundo el
infinito poder salvador de la Redención; el poder del amor misericordioso. Que este detenga el mal. Que transforme las
conciencias. Que en tu Corazón Inmaculado se abra a todos la luz de la
esperanza” amén.
Oración por el Santo
Padre “El Papa Francisco”
Amado Padre, fuente de vida y verdad, concédele a tu
Pastor el Papa Francisco, a quien elegiste como sucesor de Pedro, Vicario de
Cristo, un espíritu de coraje, sabiduría y amor.
Bendícelo con la salud, protégelo para que continúe con la labor de pastorear con fidelidad a Tu Iglesia, siendo el centro visible, el fundamento de nuestra unidad en la fe y el amor, que nuestra Madre de la Divina Misericordia guíe sus pasos y en sus manos entregamos a nuestro Santo Padre el Papa Francisco.
Te lo pedimos en Nombre
de nuestro Señor Jesucristo, Amén.
-Yahveh bendiga y guarde;
al que entre en esta
Casa,
-ilumine Yahveh su rostro y sea propicio,
al que sale de esta
Casa,
-Yahveh muestre su rostro
y conceda la paz,
a los que se queden
en
Este hogar.
+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
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