La Asoc. Civil ALCEMTRAR a sus 24 años de logros

Nuestra Asociación, da sus inicios bajo la amorosa Guía de las Apariciones de “María, Madre de la Divina Misericordia”.

ALCEMTRAR es fundada el 17 de Julio de 1993 y la conforma un gremio establecido por un grupo de personas civiles, cuyo objetivo táctico y disciplinario, es realizar obras de misericordias fortalecidas en el maravilloso edificio de la Santidad, que te permite la reparación, el desagravio y el aliento, en la Santa Eucaristía, para el mutuo enriquecimiento humano – espiritual.

NUESTRA VISIÓN
Ser la alternativa más oportuna y eficiente con una capacidad objetiva, para promover los valores éticos y religiosos en nuestra sociedad.

NUESTRA MISIÓN
Ejercer la acción Fraterna a través de las obras de misericordias de manera integral, con estrategias claras y modernas siguiendo las normativas internas, con autoridad, respeto, disciplina y obediencia.

¿QUIÉNES SON LOS SOCIOS?
Son las personas que animadas por la Fe, invierten esfuerzo y disposición para ejecutar las actividades asignadas y programadas en la Asociación. Sin importar el día, la hora y el lugar,  ¿Ni cómo? ¿Ni porque? solo están dispuestos a cumplir lo que nuestra Madre Misericordiosa desea lograr en sus hijos.

REQUISITOS PARA SER UN SOCIO:
Enviar por escrito a la Asociación una carta con el interés de tu ingreso, y los internautas lo pueden hacer enviando una notificación al correo: alcemtrar@gmail.com

Al ser estudiada tu solicitud, estarás en un tiempo de preparación y formación, para lograr el aval que garantice si es de tu carisma estar en nuestras filas.
Una vez concluida esta fase y de haberla aprobado todo de acuerdo a lo establecido en nuestras normativas internas, realizaras el compromiso que te identifica como integrante de nuestra Asociación.

Actividades que hemos realizado:
·         17 años prestando servicio y apoyo en la “Basílica Menor, Santuario Nacional Ntra. Sra. De Coromoto” en Guanare.

·         14 años, celebrando el Domingo de la Divina Misericordia, con procesiones y Santa Misa en la población de Barinitas y en la Ciudad de Barinas.

·         5 Caminatas por la Fe de 29Km, desde Barinitas hasta Barinas.

·    6 años trasmitiendo en directo por nuestras plataformas digitales las actividades relevantes de nuestra Iglesia Católica.

·    Se realizan reportajes, para su publicación: escrita, fotográfica y audiovisuales, informando a nuestros amigos 2.0 de acontecimientos y noticias relevantes en nuestra Iglesia Católica.

·         En Agosto del 2012, se realizó el 1er Encuentro de Twitteros Católicos bajo el lema #CatolicoSomosMas, se contó con la participación de más de 30 personas, entre ellos sacerdotes y religiosos, animados y motivados a aprender a evangelizar a través de las redes sociales.

·     Encargados de la visita de la  mariofania de Ntra. Sra. de Coromoto Patrona de Venzuela por segunda vez en la historia de Barinas.

·         Actualmente trabajando en la Iglesia María Inmaculada en Alto Barinas Norte, bajo la autorización del Pbro. Jesús Durán, en la trasmisión en directo de: Santa Misa, Hora Santa y demás actividades que ameriten cobertura móvil.

EN OCASIÓN DE LA VIOLENCIA DESATADA EN MÉRIDA EL VIERNES 2 DE JULIO 2016

ARQUIDIÓCESIS DE MÉRIDA   EXHORTACIÓN PASTORAL
(Domingo 03/07/2016)

“No a la inequidad que genera violencia” (Papa Francisco)   Con inmenso dolor quiero compartir con toda la comunidad merideña que hoy domingo participa en la Eucaristía, unas reflexiones ante los bochornosos acontecimientos del viernes pasado en la ciudad de Mérida.

De nuevo, un grupo de colectivos generó durante varias horas, actos de violencia, agrediendo a las personas que transitaban por la Avenida Don Tulio y las inmediaciones a las instalaciones universitarias. Trancaron la vía, quemaron cauchos y troncos, asaltaron y le quitaron sus pertenencias a los que pasaban, quemaron vehículos, saquearon comercios, en fin, realizaron a sus anchas actos vandálicos de toda índole.   Cuatro menores de edad, estudiantes de bachillerato en el Seminario Menor San Buenaventura de Mérida, se dirigían a clases de inglés en el CEVAM, cuando fueron interceptados por unos desadaptados quienes los interpelaron “si eran chavistas o de la oposición”; a lo que estos jóvenes asustados respondieron “somos seminaristas”, desatándose con mayor ímpetu las iras, golpeándolos, desnudándolos, quemando sus ropas y amenazando a uno de ellos con rociarle gasolina y quemarlo vivo. Hasta aquí, escuetamente, parte de los hechos.  

Ante ello, nos preguntamos: ¿Cómo es posible que durante horas estas hordas generen un caos sin que intervengan los órganos de seguridad del Estado? No es la primera vez que sucede esto en nuestra ciudad. No es descabellado pensar que obran así porque tienen la anuencia de quienes tienen como primera obligación resguardar la vida y los bienes de los habitantes.  

Quiero resaltar el hecho de que haberse identificado como seminaristas, desató una conducta más agresiva e irracional. Estamos ante comportamientos fascistas y comunistas, que irrespetan los valores espirituales, lo cual es inaceptable desde cualquier punto de visto. La forma como actuaron indica a todas luces que es gente entrenada, tipo comando, para realizar con destreza este tipo de acciones. ¿No indica esto que estamos ante una conducta amoral que no puede ser permitida ni por la sociedad ni por sus autoridades que están puestas para defender los valores de la misma? Es un pecado que clama al cielo.   “Este tipo de actos, no perjudica sólo a la Iglesia, como nos lo recuerda el Papa Francisco, sino a la vida social en general. Reconozcamos que una cultura, en la cual cada uno quiere ser el portador de una propia verdad subjetiva, vuelve difícil que los ciudadanos deseen integrar un proyecto común más allá de los beneficios y deseos personales” (Evangelii Gaudium 61).   Como creyentes estamos llamados a ser constructores de paz y esperanza.

No hay lugar para el desánimo o la desesperación; al contrario, es una oportunidad de oro para la creatividad, el noble ejercicio de una ciudadanía que no se deja robar sus valores más queridos.  

En la segunda lectura de hoy, el apóstol Pablo nos invita a vivir en libertad, a no someternos de nuevo al yugo de la esclavitud. “Nuestra vocación es la libertad: no una libertad para que se aproveche el egoísmo; al contrario, seamos esclavos unos de otros por amor”. Por eso, la invitación a redoblar la oración, a buscar con insistencia los caminos que nos conduzcan a superar la terrible crisis que vive el país. A hacerlo con racionalidad y respeto, pero con valentía y coraje, que nace del amor que Jesucristo nos da.  

Como bálsamo refrescante dejo constancia de los centenares de mensajes recibidos de nuestra feligresía, de la ciudad, del país y del extranjero, expresando su pesar y ofreciendo la solidaridad que nace del amor fraterno y de la necesidad de superar la maldad.

Sacerdotes, religiosas, instituciones eclesiales y civiles, obispos y personas de la más diversa índole, condenan de forma contundente estos abominables episodios. Nos duele constatar no haber recibido ni una palabra de parte de las autoridades oficiales. Es un silencio que cuesta asimilar.  

Que el Señor Jesús y María Santísima nos haga reflexionar, superar la indignación y buscar conjuntamente la paz y la convivencia fraterna de la que está necesitada nuestra patria.   Con nuestra bendición, pidiéndoles que oremos los unos por los otros, y sobre todo, por nuestra juventud, merecedora de un mejor presente y futuro.    

+ Baltazar Enrique Porras Cardozo           + Alfredo Enrique Torres Rondón
Arzobispo Metropolitano de Mérida                     Obispo Auxiliar de Mérida  



VENEZUELA LA REPÚBLICA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO 117 ANIV. DE SU CONSAGRACIÓN

 “Qué se levante sobre Venezuela, el sol de la Divina Eucaristía, que se levante este sol amado de las almas, para nunca más ocultarse en el horizonte de nuestra patria.” Amen  
 El día propio del homenaje, el Dom. 02 de Julio de 1899, por la mañana, los templos capitalinos “se llenaron con un concurso extraordinario, hombres y mujeres, para recibir la Santa Comunión. Ese espectáculo era sobremanera conmovedor; la distribución del Divino Pan se prolongó en las iglesias por largas horas, superando estas comuniones, en mucho, a las del Jueves Santo, que es el día en que se acercan mayor número de fieles a la mesa eucarística. estas comuniones fueron como el meollo de la solemnidad, la consagración efectiva, íntima, perfecta, de las almas y de los corazones, en el misterioso banquete, (…)

A las 9:am fue la gran fiesta de la Catedral: En ella dejó oír palabra piadosa y elocuente el Señor Magistral, Doctor Francisco J. Delgado, mostrando las grandezas de la Divina Eucaristía, y el valor infinito de esta Limosna hecha por la magnificencia de Dios a la pobreza del hombre. La Divina Hostia apareció radiante a la vista del pueblo cristiano en medio de flores y de luces artísticamente dispuestas; una escogida orquesta, dirigida por el hábil profesor George León, llenaba el sagrado recinto con las armonías religiosas, y el pueblo fiel, en apiñada multitud, asistía reverente al Sacrosanto Sacrificio. A la 1:p.m.

Comenzó la Consagración de la ciudad por el orden de sus parroquias. Los venerables Párrocos conducían a los fieles y leían con ellos  y en nombre de ellos el Acto de la Consagración. La Santa Iglesia metropolitana resonó durante todo el día con la voz de la súplica y de la alabanza, con hermosas composiciones ejecutadas por la orquesta, con el canto y la plegaria de los sacerdotes y con el regocijo místico que todo esto llevaba al espíritu, y hacía que se exhalaran ante el Señor en inmensa gratitud. A las 5:p.m. fue la procesión.

Antes de ella, el Ilustrísimo Señor Arzobispo Mons. Críspulo Uzcateguí, revestido con los sagrados ornamentos, el Venerable cabildo Metropolitano, y todo el Clero de la ciudad, se arrodillaron en el Presbiterio ante la Sagrada Hostia, y nuestro Dignísimo Prelado leyó por sí y en nombre de todos el Acto de la Consagración. En seguida salió la procesión. Se cantó el Te-Deum de acción de gracias, y se dio la bendición, con que quedaron sellados los actos para siempre memorables de tan dichoso día. En la noche, la iluminación fue aún mayor que la precedente, y las calles de la ciudad eran paseadas por numerosas familias, que se gozaban con inocente alegría en las variedades que aquélla ofrecía en todas las avenidas de la capital.

El Señor Presidente de la República Gral. Ignacio Andrade, consecuente con su fe católica manifestó sus simpatías por la festividad, haciendo iluminar y adornar la Plaza Bolívar y los balcones de la Casa Amarilla, y disponiendo una retreta la víspera, en la misma plaza”.  (Mons. Juan Bautista Castro, Diario “La Religión”  06/07/1899)

Durante las llamadas “Conferencias episcopales”, celebradas en Caracas en los meses de mayo a julio de 1904, los Obispos venezolanos acordaron, que, en recuerdo del 2 de julio de 1899, se cantara anualmente en todos los templos de la República, el Domingo segundo de julio, la Misa Votiva del Santísimo Sacramento. [Mons. Baltazar Porras Cardozo (editor) C.E.V Tomo II  Decretos y Reglamentos 1899-1984] Con el tiempo se hizo costumbre el renovar en estas Misas el Acto de la Consagración  de la República de Venezuela al Santísimo Sacramento.

Sin duda, el Pbro. Dr. Juan Bautista Castro fue el principal promotor de esta Consagración. Años después, ya Arzobispo de Caracas y Venezuela, se referiría a ella con particular orgullo: “Somos la primera nación que se ha puesto, por un voto de amor, a la sombra refrigerante de la Divina Hostia, estrechando con ella vínculos de piadosa ternura y de viva y generosa fe. Esta consagración va produciendo en nuestra Patria esos efectos, lentos pero sólidos, con que Dios caracteriza las obras que inspira: El Santísimo sacramento, más conocido, más amado y mejor servido en nuestras parroquias, las levantará de su postración y las devolverá junto con los dones del espíritu, los recursos y bienes temporales que también se han perdido en el naufragio de nuestras virtudes. [Mons. Juan Bautista Castro, Carta Pastoral anunciando el Año Jubilar del Santísimo Sacramento 17/09/1906]               


ACTO DE CONSAGRACIÓN A LA REPÚBLICA DE VENEZUELA AL SANTÍSIMO SACRAMENTO:

Soberano Señor del Universo y Redentor del Mundo, clementísimo Jesús, que por un prodigio inenarrable de tu Caridad, te haz quedado con nosotros en este Sacramento, hasta el fin de los siglos, aquí venimos a tus pies a proclamarte solemnemente y a la faz del Cielo y de la Tierra, nuestro único Rey y dominador Santísimo, a quien consagramos todos nuestros afectos y servicios, y en quien ponemos todas nuestras esperanzas, tú eres nuestro Dios y no tendremos  otro alguno delante de ti; en tus manos ponemos nuestra suerte y con ella los destinos de Nuestra Patria, mucho te hemos ofendido, y como el hijo pródigo hemos disipado en los desórdenes, tu herencia: perdónanos que ya volvemos con Espíritu contrito a tu casa y a tus brazos, recíbenos Salvador nuestro, y concédenos que venga a nosotros tu Reino Eucarístico, levanta  bien alto tu Trono en Nuestra República, a fin de que en ella, te veas glorificado por singular manera, y sea honra nuestra de distinción inapreciable, el llamarnos “La República del Santísimo Sacramento”, te entregamos cuanto somos, y cuanto tenemos, cubre nuestra ofrenda con tu mirada paternal, y hazla aceptable y valiosa en tu Divina Presencia. Otra vez te pedimos que nos recibas, que no nos deseches, y que este acto de nuestro amor y de nuestra gratitud, sea repetido, cada vez con mayor fervor, de generación en generación, mientras Venezuela exista, para que jamás la apartes de tu Sagrado Corazón, que así sea para nuestra vida del tiempo y después… por los siglos de los siglos. Amén.


ORACIÓN PARA PEDIR LA CAUSA DE BEATIFICACIÓN DEL ARZOBISPO JUAN BAUTISTA CASTRO

Dios Padre bueno: confiamos en tu amor misericordioso, oye nuestra suplica te rogamos humildemente que, para bien de la fe católica, la iglesia glorifique en los altares al Arzobispo Juan Bautista Castro, fundador de la Siervas del Santísimo Sacramento, como defensor de la verdad revelada, apóstol de la Eucaristía, pionero de la prensa, celoso misionero y devoto ferviente de María Inmaculada.
Por su intersección, remedia nuestra necesidad (se hace la petición). Te damos gracias repitiendo con fe: Bendito y Alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar. Sea por siempre bendito y alabado.  Amén

Fuente: Tomado del Diario la Religión Julio 1899