Una propuesta de Santa Faustina Kowalska
La Congregación para el
Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó el 23 de mayo del 2000
un decreto en el que se establece, por indicación de Juan Pablo II, la fiesta
de la Divina Misericordia, que tendrá lugar el segundo domingo de Pascua. La
denominación oficial de este día litúrgico será «segundo domingo de Pascua o de
la Divina Misericordia».
Ya el Papa lo había
anunciado durante la canonización de Sor Faustina Kowalska, el 30 de abril: «En
todo el mundo, el segundo domingo de Pascua recibirá el nombre de domingo de la
Divina Misericordia. Una invitación perenne para el mundo cristiano a afrontar,
con confianza en la benevolencia divina, las dificultades y las pruebas que
esperan al genero humano en los años venideros».
Sin embargo, el Papa no
había escrito estas palabras, de modo que no aparecieron en la transcripción
oficial de sus discursos de esa canonización.
Santa Faustina, que es
conocida como la mensajera de la Divina Misericordia, recibió revelaciones
místicas en las que Jesús le mostró su corazón, fuente de misericordia y le
expresó su deseo de que se estableciera esta fiesta. El Papa le dedicó una de
sus encíclicas a la Divina Misericordia («Dives in misericordia»).
Los apóstoles de la
Divina Misericordia están integrados por sacerdotes, religiosos y laicos,
unidos por el compromiso de vivir la misericordia en la relación con los
hermanos, hacer conocer el misterio de la divina misericordia, e invocar la
misericordia de Dios hacia los pecadores. Esta familia espiritual, aprobada en
1996, por la archidiócesis de Cracovia, está presente hoy en 29 países del
mundo.
El decreto vaticano
aclara que la liturgia del segundo domingo de Pascua y las lecturas del
breviario seguirán siendo las que ya contemplaba el misal y el rito romano.
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