07mo DÍA DE LA NOVENA AL ESPÍRITU SANTO

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amen

ORACIÓN INICIAL
Creo en ti, Amor del Padre y del Hijo, ¡Oh! Divino Espíritu, Cauteriza en mí: la soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia, la pereza y todo lo que del mal provenga, en esta oración me decido por ti y tus dones, por la luz y la alegría, pues que el amor y la paz fluyan en mí para siempre. Aleluya.  

VENI CREATOR ESPIRITUS:
Ven, creador Espíritu amoroso, Ven y visita el alma que a ti clama, con gracia de lo alto, llena e inflama, los pechos que creaste poderoso. Tú que abogado fiel eres llamado, del Altísimo don perenne fuente, Tú que te llamas, caridad ferviente, Espiritual Fuego  Sagrado. Tú te infundes al alma en siete dones, fiel promesa del Padre Soberano, tu eres el dedo de su diestra mano, tu nos dictas palabras y razones. Ilustra con tu luz, nuestros sentidos, del Corazón expulsa la tibieza, haznos la corporal flaqueza, con tu eterna virtud fortalecidos. Por ti el maligno espíritu ahuyentado, gocemos de  paz santa y duradera, y siendo tú guía, cierto en la carrera, todo  mal evitemos y pecados. Por ti al eterno Padre conozcamos y al Hijo soberano omnipotente y en ti Espíritu de ambos procedente, con viva fe y amor siempre creamos. Toda gloria sea dada al Padre Eterno, al Hijo que resucitó glorioso y al Soberano Espíritu  amoroso, ahora y en los siglos sempiternos.


ORACIÓN DEL DÍA 7: Temor de Dios, Nos  induce  a  evitar  el  pecado  porque ofende a Dios. Cuando se descubre el amor de Dios lo único que deseamos es hacer su voluntad y sentimos temor de ir por otros caminos. En este sentido existe temor de fallarle y causarle pena al Señor, no se trata de ninguna manera, de tenerle miedo a Dios, sino más bien de sentirse amado por Él y corresponderle. Con este Don tenemos la fuerza para vencer los miedos y aferrarnos al gran amor que Dios nos tiene.

Recitar 7 veces: Ven Espíritu Divino, Ven aviva nuestros corazones.  Ven lumbre Santa y séllanos con tus dones.

ORACIÓN FINAL PARA TODOS LOS DÍAS

Los Frutos de mi espíritu son el Amor de Yahveh para con mi prójimo, Yo soy la Alegría activa sembrando la Paz que poseo, Yo soy la Paciencia en mi comportamiento, Yo soy la Afabilidad Bondadosa en mi desenvolvimiento, Yo soy la Fidelidad con Yahveh y con él a mis hermanos, Yo soy la Mansedumbre manteniendo avivado el Dominio de mi mismo. Porque Confío en Cristo Jesús, puesto que con él he crucificado mi carne junto a sus pasiones y apetencias. Así sea, aleluya.

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