ROSARIO AL ESPÍRITU SANTO

Dictado por Ntra. Madre de la Divina Misericordia el  24/03/1993

 Este Rosario consta de cinco Misterios de 10 cuentas cada uno.   

Comencemos: En el nombre del padre... 
   
Lector: Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía tu Espíritu y todo será creado.

Todos: Y renovarás la faz de la tierra.
            Oración:

 Lector: Oh Dios, que aleccionaste los corazones de tus fieles con la ciencia del Espíritu Santo, haz que guiados por éste mismo Espíritu, saboreemos la dulzura del bien y gocemos siempre de sus divinos consuelos. Por Jesucristo nuestro Señor.

Todos: Así sea.

Lector: Señor, abre mis labios.

Todos: Y mi boca anunciará tus alabanzas.

Lector: ¡Oh Dios! Ven en mi ayuda.

Todos: Señor, apresúrate  a socorrernos.

Lector: Gloria al Padre, gloria al Hijo, y gloria al Espíritu Santo.

Todos: Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

1.- El Espíritu Santo, obra en María la Virgen.
El Evangelio de San Lucas nos dice: (1,26-28; 35;38.)
      Al sexto mes, fue enviado por Dios el Ángel Gabriel a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una  virgen desposada con  un  hombre llamado José, de la casa de David, el nombre de la virgen  era María. Y entrando le dijo: ”Alégrate, llena de gracia, el Señor está  contigo”. Vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Jesús. El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo  te cubrirá  con su sombra; por eso el que ha de nacer será Santo y será llamado hijo de Dios.
     Dijo María;  ”He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra”. Palabra del Señor...

un Padrenuestro, 
y 10 veces la jaculatoria:

Lector: Ven Espíritu Santo.
Todos: Y enciende en tus fieles, el fuego de tu amor.
Después se reza un gloria y la siguiente invocación:

Al final de las 10 jaculatoria diremos: 
Lector: ¡Oh María! Madre de la Divina Misericordia¡.
Todos: Ruega por nosotros  que recurrimos a Ti.


2.- El Espíritu Santo, desciende sobre el Profeta Juan Bautista.
 El Evangelio de San Lucas nos dice: (1,11-  13; 15-17)
  Se le apareció el  ángel del Señor, de pié a la derecha del Altar del incienso. Al verle Zacarías se turbó, y el temor se apoderó de él. El ángel le dijo:  No temas Zacarías que  tu petición ha sido escuchada; Isabel, tu mujer te dará a luz un hijo, a quien pondrás por nombre Juan,  será grande  ante el Señor, no beberá vino ni licor estará lleno del Espíritu  Santo ya desde el seno de su Madre, y a muchos de los hijos de Israel, les convertirá al Señor su Dios, e irá delante de él   con el Espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y a los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. Palabra del Señor...  

un Padrenuestro, 
y 10 veces la jaculatoria:

Lector: Ven Espíritu Santo.
Todos: Y enciende en tus fieles, el fuego de tu amor.
Después se reza un gloria y la siguiente invocación:

Al final de las 10 jaculatoria diremos: 
Lector: ¡Oh María! Madre de la Divina Misericordia¡.
Todos: Ruega por nosotros  que recurrimos a Ti.

3.- El Espíritu Santo,  desciende sobre los Apóstoles.
Los Hechos de los Apóstoles nos dice:  (2,1-6)
     Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos en un mismo lugar, de repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso, que llenó toda la casa en la que se encontraban, se les aparecieron unas lenguas como de fuego, que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; quedaron todos llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les concedía expresarse. Había en Jerusalén hombres piadosos que allí residían, reunidos de todas las naciones, que hay bajo el cielo. Al producirse aquel ruido la gente se congregó, y se llenó de estupor al oírles hablar cada uno con su propia lengua. Palabra de Dios.

un Padrenuestro, 
y 10 veces la jaculatoria:

Lector: Ven Espíritu Santo.
Todos: Y enciende en tus fieles, el fuego de tu amor.
Después se reza un gloria y la siguiente invocación:

Al final de las 10 jaculatoria diremos: 
Lector: ¡Oh María! Madre de la Divina Misericordia¡.
Todos: Ruega por nosotros  que recurrimos a Ti.

4.- El Espíritu Santo desciende sobre el Mundo.
Los Hechos de los Apóstoles nos dice: (2,14; 17-19; 38-39)
     Entonces Pedro, presentándose con los once, levantó su voz y les dijo: sucederá en los últimos días, dice Dios: Derramaré mi Espíritu sobre toda carne y profetizarán vuestros hijos y vuestras hijas; vuestros jóvenes verán visiones y vuestros ancianos verán sueños. Y yo sobre  mis siervos y sobre mis siervas derramaré mi Espíritu. Haré prodigios arriba en el cielo y señales abajo en la tierra.
     Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de nuestros pecados; y recibiréis el dos del Espíritu Santo;  pues la promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y  para todos los que están lejos, para cuantos llame el Señor Dios Nuestro. Palabra de Dios...

un Padrenuestro, 
y 10 veces la jaculatoria:

Lector: Ven Espíritu Santo.
Todos: Y enciende en tus fieles, el fuego de tu amor.
Después se reza un gloria y la siguiente invocación:

Al final de las 10 jaculatoria diremos: 
Lector: ¡Oh María! Madre de la Divina Misericordia¡.
Todos: Ruega por nosotros  que recurrimos a Ti.


5.- El Espíritu Santo, vive en nuestros corazones.
El Libro de los Romanos nos dice: (8,9-11;15-17)
     Más vosotros no estáis en la carne, sino en el Espíritu, ya que el Espíritu de Dios habita en vosotros. El que no tiene el Espíritu de Cristo, no le pertenece más si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo haya muerto ya a causa del pecado, el Espíritu os es,  vida a causa de la justicia. Y así el Espíritu de aquél que resucitó a Jesús  de entre los muertos, dará también la vida a vuestros cuerpos mortales, por su Espíritu que habita en vosotros.
     Pues no recibisteis un Espíritu de esclavos  para recaer en el temor; antes bien recibisteis un Espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá!, El Espíritu mismo se une a nuestro Espíritu para dar testimonio de que somos hijos de Dios y, si hijos, también herederos de Dios  y coherederos de Cristo, ya que sufrimos con él para ser también con él glorificados. Palabra de Dios...
  
Al terminar los cinco Misterios 
se reza un Ave María, 
un Padre Nuestro, por el aumento de nuestra Fe, 
Tres Glorias, en alabanza a la Santísima Trinidad, 
y un Padre Nuestro, por el Papa y sus necesidades.


 
     Para culminar el Rosario se dice:
Lector: Gloria y alabanzas al Señor.

Todos: Por los siglos de los siglos,  Amén.

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