Día 01 Novena en honor a Santa Faustina Kowalska

26 de Septiembre Día 1 - El conocimiento del misterio de la Divina Misericordia

En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

CON LA HERMANA FAUSTINA (10-09-1997 Madre de la Divina Misericordia)
     Oh Dulce néctar de mi vida; glorioso Divino Jesús Misericordioso, te hablo con la sinceridad de mi mente, alma, corazón, espíritu:
     En mis debilidades y fortaleza: Tuyo Soy.
     En mis caídas y victorias: Tuyo Soy.
     En mis tristezas y alegrías: Tuyo Soy.
     En mis dolores y alivios: Tuyo Soy.
     En mis pesadillas y sublimes sueños: Tuyo Soy.
     En mis desesperaciones y tranquilidad: Tuyo Soy.
     En mis problemas y soluciones: Tuyo Soy.

     Señor mío Jesucristo, os suplico contritamente que no me dejes apartar de ti, aunque en mi Camino me detenga, contigo avance, siempre  juntos en unísono palpitar de corazón. Tuyo Soy, para siempre. Amén-Aleluya.

Jesús: "Su vida debe modelarse sobre Mí, desde el pesebre hasta la muerte en la cruz. Penetra en Mis secretos y conocerás el abismo de Mi misericordia para con las criaturas y Mi bondad insondable, y harás conocer ésta a todo el mundo” (Diario 438).

Santa Faustina: “Oh Dios, cuánto deseo que las almas Te conozcan, que sepan que las creaste por Tu amor inconcebible; oh Creador y Señor, siento que descorreré las cortinas del cielo para que la tierra no dude de Tu bondad.” ( Diario 483).

Oración: Santa Faustina, ayúdame a obtener la gracia de entender profundamente en el misterio de la misericordia de Dios en la obra de la creación, la salvación y la gloria para que, como tú, pueda hacerla a conocer a todo el mundo.

Oración final: Santa María Faustina, nos dijiste que tu misión continuaría después de tu muerte y que no nos olvidarías (diario # 281, 1582). Nuestro Señor te concedió un gran privilegio cuando te dijo que "distribuyeras las gracias como tu quisieras, a quien tu quisieras y cuando tu quisieras" (diario # 31). Confiando en esta promesa, te pido tu intercesión por las gracias que necesito, especialmente por la conversión de todos los pecadores y (intención personal)

Ayúdame, sobre todas las cosas, a confiar en Jesús como tu lo hiciste y así glorificar su misericordia a cada instante de mi vida. Amén.

En el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Santa Faustina, (Diario, 651)

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