02 de Octubre
Día 7 - El amor a la Iglesia - del Cuerpo Místico de Cristo
En el Nombre del Padre, y del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.
CON LA HERMANA FAUSTINA (10-09-1997 Madre de la Divina
Misericordia)
Oh Dulce néctar de mi vida; glorioso
Divino Jesús Misericordioso, te hablo con la sinceridad de mi mente, alma,
corazón, espíritu:
En mis debilidades y fortaleza: Tuyo Soy.
En mis caídas y victorias: Tuyo Soy.
En mis tristezas y alegrías: Tuyo Soy.
En mis dolores y alivios: Tuyo Soy.
En mis pesadillas y sublimes sueños: Tuyo
Soy.
En mis desesperaciones y tranquilidad:
Tuyo Soy.
En mis problemas y soluciones: Tuyo Soy.
Señor mío Jesucristo, os suplico
contritamente que no me dejes apartar de ti, aunque en mi Camino me detenga,
contigo avance, siempre juntos en
unísono palpitar de corazón. Tuyo Soy, para siempre. Amén-Aleluya.
Jesús: “Hija mía, medita
sobre la vida divina que se encuentra en la Iglesia para la salvación y la
santificación de tu alma. Considera cómo aprovechas estos tesoros de gracias,
estos esfuerzos de Mi amor.” (Diario 1758).
Santa
Faustina:
“Me esfuerzo por la santidad, ya que con ella seré útil a la Iglesia. Hago
continuos esfuerzos en las virtudes, procuro imitar fielmente a Jesús y esta
serie de actos de virtud cotidianos, silenciosos, ocultos, casi imperceptibles,
pero sí cumplidos con gran amor, los pongo en el tesoro de la Iglesia de Dios
para el provecho común de las almas. Siento interiormente como si fuera responsable
por todas las almas, siento claramente que vivo no solamente para mí, sino para
toda la Iglesia... (Diario 1505).
Oración: Agradecido/A por
todos los dones de la misericordia que Dios pone en la Iglesia, a mi
disposición, quiero hacer uso de ellos como tú, Santa Faustina, para alcanzar
la santidad y así llevar a otras almas hacia las fuentes de la misericordia de
Dios.
Oración
final:
Santa María Faustina, nos dijiste que tu misión continuaría después de tu
muerte y que no nos olvidarías (diario # 281, 1582). Nuestro Señor te concedió
un gran privilegio cuando te dijo que "distribuyeras las gracias como tu
quisieras, a quien tu quisieras y cuando tu quisieras" (diario # 31).
Confiando en esta promesa, te pido tu intercesión por las gracias que necesito,
especialmente por la conversión de todos los pecadores y ( intención personal)
Ayúdame, sobre todas las cosas, a confiar en
Jesús como tu lo hiciste y así glorificar su misericordia a cada instante de mi
vida. Amén.
En el Nombre del Padre, y del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.
Santa Faustina, (Diario, 651)
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