28 de
Septiembre
Día 3 - La actitud de confianza hacia
Dios
En el Nombre del Padre, y del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.
CON LA HERMANA FAUSTINA (10-09-1997 Madre de la Divina Misericordia)
Oh Dulce néctar de mi vida; glorioso
Divino Jesús Misericordioso, te hablo con la sinceridad de mi mente, alma,
corazón, espíritu:
En mis debilidades y fortaleza: Tuyo Soy.
En mis caídas y victorias: Tuyo Soy.
En mis tristezas y alegrías: Tuyo Soy.
En mis dolores y alivios: Tuyo Soy.
En mis pesadillas y sublimes sueños: Tuyo
Soy.
En mis desesperaciones y tranquilidad:
Tuyo Soy.
En mis problemas y soluciones: Tuyo Soy.
Señor mío Jesucristo, os suplico contritamente
que no me dejes apartar de ti, aunque en mi Camino me detenga, contigo avance,
siempre juntos en unísono palpitar de
corazón. Tuyo Soy, para siempre. Amén-Aleluya.
Jesús: “Hija mía, te
aseguro un ingreso fijo del cual vivirás. Tú empeño debe ser la total confianza
en Mi bondad, el Mío, darte todo lo que necesites. Me hago dependiente de tu
confianza; si tu confianza es grande Mi generosidad no conocerá límites”
(Diario 548).
Santa
Faustina:
“Oh Dios único en la Santísima Trinidad, deseo amarte como hasta ahora ninguna
alma humana Te ha amado; y aunque soy particularmente mísera y pequeñita, no
obstante arrojé muy profundamente el ancla de mi confianza en el abismo de Tu
misericordia, oh Dios y Creador mío. A pesar de mi gran miseria, no tengo miedo
de nada, sino que espero cantar eternamente el himno de la gloria. (Diario
283).
Oración: Santa Faustina,
ayúdame a conseguir la gracia de la confianza de un niño; para que pueda
siempre y en todo cumplir fielmente la voluntad de Dios, que es la misericordia
en sí para todos nosotros.
Oración
final:
Santa María Faustina, nos dijiste que tu misión continuaría después de tu
muerte y que no nos olvidarías (diario # 281, 1582). Nuestro Señor te concedió
un gran privilegio cuando te dijo que "distribuyeras las gracias como tu
quisieras, a quien tu quisieras y cuando tu quisieras" (diario # 31).
Confiando en esta promesa, te pido tu intercesión por las gracias que necesito,
especialmente por la conversión de todos los pecadores y ( intención personal)
Ayúdame, sobre todas las cosas, a confiar en
Jesús como tu lo hiciste y así glorificar su misericordia a cada instante de mi
vida. Amén.
En el Nombre del Padre, y del Hijo y del
Espíritu Santo. Amén.
Santa Faustina, (Diario, 651)
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