Día 07 de la Novena “La Esperanza, Don de Dios”


En el nombre del Padre y del Hijo…
Oración De Arrepentimiento: En honor al Corazón Inmaculado de la Madre de la Divina Misericordia, imploramos: piedad Señor, piedad de los inocentes, Rey de Reyes, Señor de Señores, postrados a tus plantas te alabamos.  Loado eres Misericordia Divina, mira nuestra Fe y disposición en interceder  por los hermanos. Perdónanos te imploramos, sálvanos, libéranos, protégenos, báñanos con la Sangre y el Agua de tu costado, todo te lo entregamos. Amén.

Decir 07 veces:
V/. Porque te amo, vivo. Porque me amas, existo. Porque te amo, creo. Porque me amas, venzo. Porque te amo, confío. Porque me amas, tengo.
R/. Porque te amo,  camino. Porque me amas, eres sendero. Porque te amo, río. Porque me amas, me abrazas. Porque te amo, solo tuyo soy y seré. Porque me amas, tomas esta mi canción.

Catequesis: El crecimiento de la esperanza:
Crece por infusión de la gracia de Dios, por los sacramentos, a la vez que colaboramos con ella con nuestro esfuerzo. La esperanza puede crecer en sus dos componentes: el deseo y la confianza.
El Temor de Dios es también parte de la esperanza: «La esperanza… es también el temor de ofender al amor de Dios y de provocar el castigo.» El temor de Dios añade a la esperanza un importante aspecto: nos ayuda a vivir en la dinámica de fiarnos de Dios y no de nosotros mismos, ayuda a liberarnos de los obstáculos que impiden confiar más en Dios, nos impide poner la confianza en algo que no sea Dios.
Relaciones entre la esperanza y las otras virtudes teologales:
*Relación entre la fe y la esperanza:
No hay esperanza si no se conoce primero por la fe. Nada es querido si no es previamente conocido. La esperanza necesita de la fe, no es posible esperar en lo que no se conoce.
La fe necesita de la esperanza para crecer y estar en movimiento hacia Dios. La esperanza da a la fe su carácter práctico, activo, la estimula, pues la cercanía a Dios mueve a una búsqueda y afán mayor para llegar a Él y tenerle.
Trento afirmó, contra Lutero, que creer y confiar no son lo mismo, ya que, en la fe, creer es lo mismo que saber, pero saber no es lo mismo que confiar.
La fe se refiere a hechos pasados, presentes y futuros; la esperanza se refiere sólo a hechos futuros.
*Relación entre la esperanza y la caridad:
Sin la caridad no hay esperanza. Sólo podría darse una esperanza muerta, que conservaría el hábito de querer ir a Dios (deseo de Dios).
Por el pecado mortal se pierde la caridad pero se sigue teniendo fe y esperanza. Serían fe y esperanza muertas, y por tanto no serían virtudes con toda propiedad.
Tanto la esperanza como la caridad residen en la voluntad. La esperanza tiene por objeto al bien, al igual que la caridad. La caridad, sin embargo, tiende hacia el Bien en sí mismo (amor de benevolencia), mientras que la esperanza tiende a ese Bien para mí (amor de concupiscencia).
La esperanza se refiere a algo que no se posee (futuro), la caridad se refiere a algo que ya se posee (al menos en parte) (presente). La esperanza se expresa con la palabra “deseo”, la caridad con la palabra “amor”.
En la esperanza hay además del deseo, confianza, que es un factor que se relaciona con la inteligencia. En la caridad no está presente esta relación, es puramente amor, sin ningún componente que se relacione a la inteligencia.

Oración Final: Divino Espíritu Santo, que nos vivifica y  nos santifica en el amor del Padre y del Hijo, bendice y aviva el fuego de tu amor Divino en las almas de tus soldados de ALCEMTRAR. Para que sean fieles e invencibles en la lucha, contra el poder de las tinieblas, por el reino de Jesucristo, que es amor y misericordia; brille con toda su fuerza y resplandor en su santa iglesia y el mundo entero.
Recibe nuestras vidas, nuestro  trabajo, sufrimiento y dolores, como una ofrenda agradable a tus ojos; que nuestros corazones ardan como hornos ardientes de amor por ti y para ti. Nos dirigimos a ti, Madre Santísima María y siempre Virgen, que eres Madre de amor y Misericordia, alcánzanos del Señor fuente y manantial inagotable de la Divina Misericordia, las gracias necesarias de la entrega y de la fidelidad en los momentos más difíciles, para que nada ni nadie nos separe de tu Divino Hijo Jesús.
Santísima Madre haced, de nuestras vidas sagrarios vivientes de oración y adoración a la Santísima Trinidad en la Eucaristía, que seamos almas adoradoras  y reparadoras hoy y siempre. Amén

REDES SOCIALES ALCEMTRAR


Twitter   Instagram   Facebook   Youtube   Telegram   Soundcloud    

No hay comentarios:

Publicar un comentario